GEN
Podemos asociar esta palabra a los caracteres hereditarios de los seres vivos… y de eso se trata.
Graciela y Natalia, madre e hija, nos unimos en una misma pasión...
Graciela Cane... Hace muchos años traje la magia de la arcilla a casa… el torno, las pastas, el horno. No había mucho lugar, pero lo fuimos haciendo y comencé a jugar mientras cursaba la Tecnicatura de cerámica, en Pergamino. Soy maestra Jardinera y Profesora en Artes Visuales y las vueltas de la vida me dejaron como docente en la escuela de Artes Visuales, en la cátedra de Alfarería. Al paso del tiempo y cercana mi jubilación como docente pensé en armar un taller donde dar clases y producir. Con un montón de papelitos sueltos con dibujos y posibles fórmulas que quería desarrollar, invité a mi hija a sumarse a esta aventura.
Natalia Meares... comencé a ensuciarme las manos en casa, jugando un poco los fines de semana cuando volvía de la facultad, acompañando con orden el desorden de mamá. Pero terminé de enamorarme de la cerámica cuando, ya mudada a Buenos Aires, comencé los talleres de Emilio Villafañe. Soy licenciada en Turismo y hotelería, trabajé durante años como agente marítimo en el sur de nuestro país. Tanto mis estudios como experiencia laboral hacen que lleve las riendas de lo administrativo y logístico, además de obviamente, aportar con mi cuota productiva. Según mamá, la reina del Excel. Todo lo que hacemos queda plasmado en un archivo.
La cerámica ya estaba en casa, pero ninguna se imaginaba, en ese momento que nos llevaría a trabajar juntas. A reencontrarnos desde otro lugar.
Amamos lo que hacemos, nuestro trabajo es un disfrute cotidiano y nos encantaría que eso se vea reflejado en nuestras piezas.
La cocina siempre nos convoca. Nos encanta cocinar. Es una genética familiar que suma tradiciones e innovaciones. Para celebrar, para el reencuentro, para el día a día. No sólo pensamos en la receta sino como y donde la vamos a presentar. Elegimos con cuidado tanto el contenedor como el contenido. Disfrutamos del colorido y la textura de los productos sobre los recipientes.
En el mundo de la cerámica también debemos elegir muy bien las materias primas y la manera de procesarlas. Es por eso que, elaboramos nuestra pasta y formulamos nuestros esmaltes. Esta alquimia nos atrapa y es una búsqueda que no tiene fin. Somos conscientes que de estos resultados depende la calidad de nuestra cerámica.
Decidimos generar líneas de productos. Nos encantaría que quien apueste por nosotras pueda ir completando los estantes de su cocina con el diseño que se sienta identificado.
Elegimos el gres, cerámica de alta temperatura de especial resistencia y durabilidad. Gres tostado al que esmaltamos o engobamos pero que nos encanta ver también desnudo. Es parte de la estética de nuestros productos.
Ponemos nuestra creatividad en un trabajo netamente artesanal. Las piezas son modeladas o hechas en torno alfarero. Diseños originales y de formas casi únicas, impronta que les otorga el estar hechas a mano, una por una.
Apostamos al diseño… la funcionalidad, la forma, el color, todo pensado para que, en nuestra mesa, que es tu mesa, LO COTIDIANO DECIDA SER ÚNICO.